L A
L O
Aprendí que se juega por lo que uno es, no por lo que
se da..
Sendas
del Arte los invita a conocer a Lalo,
quién nació en Buenos Aires en 1977, actualmente vive en Colegiales, donde
posee su casa de 1915, que con mucho sacrificio y trabajo duro fue
convirtiéndola en galería, restaurante y
lugar de aprendizaje, es decir un
hermoso multiespacio.
Cálido
es el encuentro entre Lalo y sus pinturas, sus papeles y sus elementos que le
dan forma a sus esculturas¨.
Los
papeles esperan que el alma de Lalo los posea y los penetre con la fuerza de la
forma y el color. Así se van resolviendo enigmas que quedan en la plasmación
superadora de cada encuentro.
Hay
libertad, hay vuelo, hay sueños, a veces hay dolor. Allí, en sus pinturas se
respira magia, el juego de la magia de a dos (él y su obra), las imágenes
juegan libremente ante los ojos y ríen en el descreimiento, como un hechicero
ante el estupor que crea su encanto, la pintura disfruta de aunque nadie lo
vea.
Lalo
en el juego del encuentro, sacia la imagen como un mago. La llena de elementos
ricos en expresión y al final hay siempre miradas y rostros que laten cuando
culmina la recreación.
Sabedor
innato de la comunicación, delega a cada cuadro la danza que provoca el encuentro
del pincel con el hacedor. Donde ambos juegan siguiendo un destino inexorable.
Personalidad
joven, con brillante futuro no solo en el arte visual sino tambien en el arte
culinario con brillante futuro que hoy hace visible aquello que esta más allá
de lo invisible, su alma talentosa, paleta interior, su ser.
Lalo
es autodidacta, descubre su talento desde muy niño a muy corta edad, a penas 9
años empieza con sus primeros trazos ya pretendidos por sus primeras
educadoras, en una anécdota cuenta que una vez una maestra quiso quedarse con
una de sus primeras pinturas.
Su
mayor obra de arte se llama Uma, un ser maravilloso que acompaña al artista en
todas sus labores, fiel a los colores y
a sus sabores.
Lalo
piensa que el arte, uno lo respira desde lo más profundo y que es la
simpleza del humano la realidad de un artista; es morir viviendo lo
irreconocible de ser humanamente hombre... es por este pensamiento que se integró
a un gran proyecto donde la felicidad está en el tránsito y no en el destino,
quizás una frase trillada, pero nunca mejor aplicada que en la propuesta "Pinta Argentina" un proyecto educativo, socio cultural que
procura, a través de la creación de espacios para la expresión artística, una mayor inclusión de los niños discapacitados, acá el artista dijo presente y colaboró
con el grupo desde su punto de vista artístico acá lo podemos escuchar en una nota periodística que invitaba a la gente de Santiago del Estero a sumarse a tan
maravillosa experiencia.
El
arte es una sanación de las personas, a través de la imagen e una identidad
todos somos diferentes.